Consiste en la vigilancia por medio de la red de todos los servicios activos que posee un servidor. Los servicios pueden ser: web, correo electrónico, mensajería instantánea, telefonía, etc.

La monitorización puede ser tanto interna como externa. En el caso de la interna, la vigilancia se realiza desde la misma red donde está instalado el servidor. Cuando la monitorización es externa, se utiliza una plataforma de monitoreo alojado en internet.

La monitorización externa es mucho más fiable, puesto que es independiente de los problemas que puede haber dentro de la red donde se encuentra el equipo a vigilar. Otra razón que apoya su mayor fiabilidad es que los sistemas de monitoreo cuentan con sistemas compuestos por servidores distribuidos, por tanto, menos sensibles a problemas puntuales en alguna de las redes donde se encuentran instalados.